Comentario sobre Una partita interessante (Una partida interesante)
Obligado a abandonar el estudio de la música a causa de una progresiva sordera, el joven Morbelli orientó sus aptitudes artísticas hacia la pintura y en 1867 se trasladó a Milán para estudiar en la Academia de Brera. Tras recorrer una variedad de temas –históricos, anecdóticos, paisajes–, desde 1883 comenzó a dedicarse a asuntos de la vida contemporánea invadidos de notas melancólicas, cuando no dramáticas, a menudo ambientados en el Pio Albergo Trivulzio, un asilo para ancianos pobres de Milán, o inspirados en hechos violentos de la crónica, como en el caso de
Asfissia (Fondazione Guido ed Ettore de Fornaris, Turín) y
Venduta (Galleria d’Arte Moderna, Milán). Sin embargo, no dejó de lado la
pittura di paese, colmada de preocupadas y evocativas reflexiones sentimentales, que le valió el interés de Vittore Grubicy, lo que le sirvió de estímulo para experimentar la técnica divisionista y las infinitas posibilidades lumínicas que derivan de ella, en sintonía con lo que estaban haciendo Segantini, Longoni, Nomellini y Pellizza.
Entre los primeros resultados que obtuvo gracias a la separación de los colores puros estuvo
Alba (1890-1891) que, expuesto en Barcelona en 1894, fue adquirido por el Museo de Bellas Artes de la ciudad, un éxito internacional al que siguió la medalla de oro obtenida en la Exposición Universal de París en 1889 con
Giorni… ultimi (Galleria d’Arte Moderna, Milán). A esta distinción se sumarían muchas otras, desde Dresde en 1897, pasando por París en 1900, hasta Munich en 1905. Para esa fecha, y ya desde 1902, trabajaba en una nueva serie de pinturas ambientadas en el Pio Albergo Trivulzio. Consiguió allí un cuarto para utilizar como estudio y compuso un ciclo de obras denominado
El poema de la vejez, considerado por Vittorio Pica como una expresión de “pintura psicológica sin exageraciones político-sociales y sin mistificaciones literarias”, y por lo tanto aplaudida por el crítico que exaltaba “su auténtica sinceridad”. Según Pica, tales cuadros revelaban sus cualidades técnicas de refinado divisionista, gracias a la invención de “algún rayo de sol que cruza el gran dormitorio del asilo” creando un efecto de gran luminosidad pulviscular (1).
A esa serie de obras inspiradas en la vejez, cual metáfora de la soledad y la incomunicación del hombre en la sociedad moderna, pertenece también
Una partita interessante, pintura fechada en 1904 y fruto de una meditada elaboración, ejecutada según el modelo de una foto conservada hasta hoy en el Archivo Morbelli, de una serie de bosquejos en lápiz, reunidos en una libreta de apuntes titulada
Schizzi di volo, y de un cuidadoso dibujo, casi de las mismas dimensiones que la tela, en el que el trazo más o menos denso –que parece anticipar la dirección de la pincelada– es capaz de resolver la complejidad lumínica y de claroscuros de la escena, representada en un precioso contraluz (2).
Expuesto en 1906 en la muestra organizada en Milán en ocasión de la inauguración del túnel del Parque Sempione, el cuadro despertó el interés de la crítica –“suave”, fue la definición de Ugo Ojetti– (3) y de un entendido sensible e inteligente como el director del MNBA Eduardo Schiaffino, quien, atento a que la colección del Museo se volviera lo más completa y actualizada posible, compró el cuadro durante un viaje a Europa realizado con tal propósito y que fue bien aprovechado, ya que agregó a las colecciones del Museo ciento cincuenta y seis obras, entre pinturas y esculturas (4).
En 1907 el artista envió a la LXXVII Esposizione Internazionale della Società Amatori e Cultori di Belle Arti organizada en Roma una segunda versión de la pintura, también fechada en 1904, pero con algunas variantes, entre las cuales la más significativa es la vista de un paisaje iluminado por el sol a través de los vidrios de la ventana (5).
por Silvestra Bietoletti
1— Vittorio Pica, Ferruccio Stefani. Esposizioni d’arte. Catalogo illustrato della III Esposizione. Bergamo, Istituto Italiano d’Arti Grafiche, 1905, p. 25.
2— Aurora Scotti, 1991, p. 35-37, reprod. nº 16a, 16c.
3— Ugo Ojetti, 1906, p. 39.
4— María Isabel Baldasarre, Los dueños del arte. Coleccionismo y consumo cultural en Buenos Aires. Buenos Aires, Edhasa, 2006, p. 259.
5— Aurora Scotti Tosini (cur.), Angelo Morbelli tra realismo e divisionismo, cat. exp. Torino, Edizioni Galleria Civica d’Arte Moderna e Contemporanea, 2001, p. 89, 147.
Bibliografía
1906. Esposizione Internazionale di Milano. Album-ricordo compilato per cura del periodico “Arte e Artisti”. Milano, [s.p.]. — OJETTI, Ugo, L’arte all’Esposizione di Milano. Milano, Treves, p. 39.
1991. SCOTTI, Aurora, Angelo Morbelli. Soncino, Edizioni dei Soncino, p. 35, reprod. byn nº 16b.