
Arlequín
Pettoruti, Emilio. 1928
Más Informaciónsobre la obra
Inventario 6177
Obra Exhibida
"Museo secreto. De la reserva a la sala" - Pabellón de exposiciones temporarias
La revista Martín Fierro en su número del 26 de junio de 1925 publicó una nota de media página dedicada a comentar la exposición de dibujos infantiles que los artistas mexicanos Manuel Rodríguez Lozano y Julio Castellanos presentaron en Buenos Aires. Alberto Prebisch era quien firmaba el comentario que supera la anécdota de la exhibición infantil para avanzar sobre las obras de estos dos artistas que podían verse también en las salas de Amigos del Arte.
Después de un análisis sobre la formación y la importancia del cubismo en los procesos de las figuraciones contemporáneas y particularmente en las estilizaciones racionalizadas de estos dos artistas, Prebisch afirmaba: “el elemento consciente e intelectual que ennoblece la obra de los señores Rodríguez Lozano y Castellanos aparece claramente manifiesto en los amplios ritmos geométricos (que obsesionaron a Miguel Ángel y al Greco) en que pueden sintetizar sus mejores cuadros. Ningún elemento secundario y relegado entra en ellos. Toda forma contribuye a acentuar aquel ritmo estructural proporcionando su máxima eficacia plástica”. Al cierre, enfáticamente, el arquitecto Prebisch invitaba a la Comisión Nacional de Bellas Artes a adquirir obra de estos artistas. El periódico de “arte y crítica libre” reprodujo dos obras ilustrando la nota, una era justamente el Retrato de hombre de Castellanos. La pieza, finalmente adquirida por la Asociación Amigos del Arte, fue donada al MNBA el mismo año de su exhibición en Buenos Aires. Su ingreso a la colección nacional suponía incluir no solo la dimensión americana sino también una pieza representativa del arte moderno en cuya propuesta resonaban los estudios realizados con Manuel Rodríguez Lozano quien lo acercó tanto a las claves de las propuestas vanguardistas como al espíritu del arte popular.
Previamente había estudiado con Saturnino Herrán, Agustín Lazo, Rufino Tamayo y Leopoldo Méndez. Retrato de hombre exhibe en el primer plano la figura delgada de un joven que podría ser el retrato del artista; con mameluco en situación de reposo, mira hacia el espectador en tanto su cuerpo enmarca un paisaje urbano.
La superposición de bloques construye ese paisaje que muestra los bordes de una ciudad-puerto en la que las chimeneas humeantes de las fábricas hacen contrapunto con las de los trenes y barcos que merodean en el doble horizonte que plantea la obra: el de la tierra con el mar y el del mar con el cielo. El Retrato dialoga con otros retratos contemporáneos como los de Alfredo Guttero, que un par de años después podrían verse en Buenos Aires, o los que plantearía Victorica entre otros representantes locales de estas figuraciones de nuevo cuño que se desarrollaron durante los años de entreguerras señalando otros horizontes para el arte moderno.
1925. A. P. [Alberto Prebisch], “Rodríguez Lozano y Julio Castellanos”, Martín Fierro, Buenos Aires, segunda época, a. 2, nº 18, 26 de junio, reprod. byn.
Un vasto panorama de arte argentino, con obras de sus mayores representantes
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