
Serie Liliana Maresca
López, Marcos. 1983
Más Informaciónsobre la obra
Inventario 9899
Obra No Exhibida
La obra El jugador pertenece a la serie Pop Latino, que Marcos López comenzó en 1993. Dicha serie posee una relevancia particular tanto por su vinculación con el contexto sociopolítico de la Argentina en los años noventa, como por su papel disruptivo en la historia de la fotografía latinoamericana. El antecedente directo de El jugador es El ganador, la pieza culminante de su producción en blanco y negro, anterior a Pop Latino. A partir de 1982, luego de trasladarse a Buenos Aires desde su Santa Fe natal, López trabajó sobre los valores y los símbolos que rigen la vida de clase media en la provincia, con una mezcla de homenaje y de guiño humorístico. El ganador (1992) se centra en la figura del héroe masculino. La composición es clásica y armoniosa, sin embargo, el punto de vista ligeramente bajo del gran angular disminuye abruptamente la escala de los objetos del fondo, y vuelve monumental al personaje. La iluminación frontal contrapesa la luz natural del poniente y torna teatral el gesto del héroe mostrando su atributo triunfal. El artista utilizó con picardía y doble sentido el lenguaje fotográfico tradicional. En el momento de la toma, todo era “verdadero”: el partido de fútbol, el trofeo, el protagonista. No obstante, la imagen trascendió la referencia concreta y adquirió el estatuto de documento alegórico, que iba a ser la tipología troncal de la serie Pop Latino. Al año siguiente, López se pasó al color y comenzó a usar explícitamente un lenguaje teatral donde los personajes ya no funcionaban como individuos sino como actores y actrices que encarnaban ideas, símbolos o sentimientos colectivos. El jugador muestra al héroe deportivo personificado – según palabras del artista– en un gordito de barrio. El sobretono irónico no solo afecta al sentido de los íconos populares, sino que incluye también una perspectiva de género. Tanto en esta imagen, como en Taxista en la Puna (inv. 9897, MNBA) y otras realizadas durante el año 1996, un único personaje domina el primer plano y un objeto-atributo funciona como dador de significación.
Cuando no se trata de una figura portante, el tratamiento del color y la estructura compositiva garantizan que ese elemento emblemático adquiera una relevancia equivalente a la del personaje. La referencia al pop funcionaba para el fotógrafo como catalizador de una observación crítica de su propio entorno político y cultural. La ciudad de la alegría (1993) fue la pieza inaugural de la serie Pop Latino. La multiplicación de pancartas con el rostro de Carlos Menem, que entonces comenzaba su largo mandato presidencial, daba a estas grotescas puestas en escena un tono decididamente político. López transformó la propaganda triunfalista del gobierno en risa teatral y farra vacía. Bajo la promesa presidencial de un ingreso sin escalas al primer mundo (eslogan que López parodió directamente en Carnaval criollo, de 1996), durante los noventa se produjo un progresivo vaciamiento del capital nacional, tanto económico como simbólico. La multiplicación de baratijas importadas (como las que nos ofrece el monstruoso vendedor de Todo por dos pesos, de 1995) aludía a la pérdida creciente de identidad cultural que se escondía bajo los ideales de integración al universo del consumo. Las alegorías documentales de Marcos López lograron una síntesis única entre el estilo kitsch y apolítico reconocido como característico del “arte argentino de los 90” y la herencia de la fotografía latinoamericana, en términos de un compromiso con la referencia a la realidad social. No obstante, no se trataba para el artista de perpetuar modelos establecidos sino de volver a rescatar su potencia semántica precisamente en el momento en que estas tradiciones estaban corriendo el riesgo de petrificarse en fórmulas vacías. La obra de Marcos López implicó un cuestionamiento de la fotografía de ejecución correcta, acento sentimental e iconografía autóctona que el sistema del arte internacional ha tipificado como paradigma de la producción latinoamericana. Para llegar a esta síntesis López debió también transgredir el purismo del lenguaje fotográfico. El registro de lo real ya no pasaba por la toma, por un recorte ejercido sobre la realidad fenoménica sino por la construcción de cuadros o narrativas según procedimientos afines más bien con la producción cinematográfica. A la vez que revisó el estereotipo realista de la fotografía local, López logró conservar su intención referencial inoculando el comentario social en sus tableaux vivants. En los noventa, el artista ignoraba el uso del Photoshop y los procedimientos digitales: todo lo que está en las copias de Pop Latino está en los negativos. Desde la segunda mitad de esa década, en el ámbito argentino, se observó un número creciente de artistas jóvenes que hicieron uso de las nuevas modalidades estéticas de la fotografía escenificada, evidenciando un impacto importante de las nuevas modas internacionales. El papel pionero de Pop Latino no se redujo a su precedencia cronológica sino también a la singularidad de su constitución. Marcos López conocería más tarde obras como las de Jeff Wall, David LaChapelle, Philip-Lorca Di Corcia, y tantos otros. Por el momento, todo su bagaje era la irreverencia con la que podía transitar la retórica costumbrista latinoamericana y el modelo clásico del retrato. Aquel otro santafecino, Fernando Paillet, y el rescate de la pose artificial de la fotografía de fin de siglo gravitaron más sobre Pop Latino que los grandes nombres del sistema internacional.
1996. BUCCELLATO, Laura, “Recuerdos del sur” en: Los límites de la fotografía, cat. exp. Santiago/Buenos Aires, Museo Nacional de Bellas Artes/Fundacion Banco Patricios, 1996, p. 19 y 24-15.
1997. PACHECO, Marcelo E., “Marcos Lopez” en: Un altre mirar: Art contemporani argenti/Otro mirar: arte contemporáneo argentino, cat. exp. Barcelona, Generalitat de Catalunya, p. 74.
2003. GONZALEZ, Valeria, “Las fotografias de Marcos Lopez en el contexto del arte argentino de los 90” en: Marcos López, sub-realismo criollo, cat. exp. Salamanca, Universidad de Salamanca, p. 23-28.
2004. MOLINA, Juan Antonio, “Al sur del realismo” en: Marcos López, sub-realismo criollo, cat. exp. Cadiz, Sala Rivadavia.
2008. PAULS, Alan, “Belleza critica” en: El jugador. Marcos López. Buenos Aires, Dilan, reprod. tapa.
Un vasto panorama de arte argentino, con obras de sus mayores representantes
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