Arte Argentino
Un vasto panorama de arte argentino, con obras de sus mayores representantes
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Del 7 de abril de 2022 al 17 de julio de 2022
Sala 37-40 / Primer Piso
155 obras expuestas
Curador/a: Mariana Marchesi y Sebastián Vidal Valenzuela
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La propuesta, que reúne dos muestras históricas de los años 70 y 80, podrá verse en el Museo desde el 7 de abril, luego de su exhibición en Chile, en 2020/21.
El Museo, junto con el Museo Nacional de Bellas Artes de Chile, presenta desde el 7 de abril “CAYC Chile | Argentina | 1973-1985-2022. La exposición olvidada y una lectura a cuatro artistas chilenos”, una exhibición que rescata dos muestras históricas impulsadas por el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) de Buenos Aires durante las décadas de 1970 y 1980.
Con curaduría conjunta de los historiadores del arte Mariana Marchesi, directora artística del Bellas Artes de Argentina, y Sebastián Vidal Valenzuela, académico de la Universidad Alberto Hurtado, esta exposición propone reactivar procesos de diálogo e intercambio cultural desde el CAYC, un espacio interdisciplinar que promovió prácticas experimentales y una amplia producción teórica en torno al arte latinoamericano. La iniciativa nació del trabajo mancomunado entre el Museo Nacional de Bellas Artes de la Argentina y su homónimo chileno, donde se exhibió del 19 de noviembre de 2020 al 28 de marzo de 2021.
“CAYC Chile | Argentina | 1973-1985-2022. La exposición olvidada y una lectura a cuatro artistas chilenos” se centra en dos muestras emblemáticas del CAYC, que, en Buenos Aires, podrán verse en las salas 37 a 40 del primer piso. Una de ellas es “Hacia un perfil del arte latinoamericano”, una exhibición con 143 heliografías de 68 artistas de distintas nacionalidades, que no pudo presentarse en el Museo chileno debido al golpe de Estado de 1973 que derrocó al gobierno de Salvador Allende y estuvo décadas guardada en los depósitos de la institución. Antonio Berni, Clorindo Testa, Víctor Grippo, Nicolás García Uriburu, Juan Carlos Romero, Marie Orensanz, Jacques Bedel, Luis Benedit, Elsa Cerrato, Luis Pazos son algunos de los artistas argentinos presentes.
La otra muestra es “Cuatro artistas chilenos en el CAYC”, que se exhibió en Buenos Aires, en 1985, e incluía las obras de cuatro referentes de la escena contemporánea chilena: Gonzalo Díaz, Eugenio Dittborn, Alfredo Jaar y Carlos Leppe.
Texto de los directores de los museos nacionales de Bellas Artes de Chile y Argentina
Hacia un perfil del arte latinoamericano | 1973
La exposición –que se exhibió por primera vez en 1972 en la III Bienal de Arte Coltejer en Medellín, Colombia– propuso analizar las problemáticas políticas del continente con copias heliográficas de medida uniforme, bajo tres premisas planteadas por Jorge Glusberg, fundador del CAYC: portabilidad, economía de recursos y reproductibilidad. A mediados de 1973, una versión de la muestra compuesta por 143 heliografías de 68 artistas se envió al MNBA, pero no pudo inaugurarse debido al golpe de Estado en Chile.
Desde entonces, las obras quedaron guardadas en los depósitos del Museo chileno, donde fueron investigadas por Vidal. Con su exhibición íntegra en Santiago en 2020/2021 y ahora en el Bellas Artes de Argentina, se cierra un ciclo truncado 49 años atrás.
Los artistas presentes son Marcel Alocco, Siah Armajani, Álvaro Barrios, Jacques Bedel, Luis Benedit, Juan Bercetche, Sheila Berkley, Antonio Berni, César Bolaños, Lowry Burgess, Antonio José Caro Lopera, Elda Cerrato, Jaime Davidovich, Guillermo Deisler, Agnes Denes, Juan Downey, Gregorio Dujovny, Ken Friedman, Nicolás García Uriburu, Jochen Gerz, Carlos Ginzburg, Jorge Glusberg, Jorge González Mir, Haroldo González, Víctor Grippo, Klaus Groh, Guerrilla Art Action Group (GAAG), Rafael Hastings, Mariano Hernández Ossorno, Dick Higgins, Fernando Huici, Mike Parr, Peter Kennedy, Michael Kenny, Richard Kostelanetz, Uzi Kotler, Bernardo Krasniansky, Auro Lecci, Jorge Edgardo Lezama, Lea Lublin, Francisco Mariotti, Óscar Maxera, Julián Mereutza, Carlos Mills, Víctor Mira, Abraham Moles, Ion Muresanu, Maurizio Nannucci, Juan Navarro Baldeweg, Moisés Nusimovich, Marie Orensanz, Luis Pazos, Alberto Pellegrino, Alfredo Portillos, Alejandro Puente, Gumersindo Quevedo, Osvaldo Romberg, Juan Carlos Romero, Ricardo Roux, Javier Ruiz, Bernardo Salcedo, Máximo Soto, Julio Teich, Clorindo Testa, Enrique Torroja, Horst Tress, Jiri Valoch, Constantin Xenakis y Horacio Zabala.
Cuatro artistas chilenos en el CAYC | 1985
En 1985, durante la dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet, esta exhibición reunió en Buenos Aires a Gonzalo Díaz, Eugenio Dittborn, Alfredo Jaar y Carlos Leppe, nombres centrales en la escena contemporánea de Chile. Organizada por la crítica cultural Nelly Richard y por el director del CAYC, Jorge Glusberg, la muestra permitió dar visibilidad a la producción crítica del momento.
En las obras y textos que acompañaban la exposición, puede advertirse el modo en que se reformulaba el problema de “lo latinoamericano”. Muchos artistas se apropiaron de los lenguajes tecnológicos de la época, pero a su vez daban cuenta de su condición política desde una enunciación periférica y marginal. El uso de soportes frágiles y de técnicas básicas, o las tácticas de desjerarquización de los símbolos o la deconstrucción de los estereotipos regionales, hacían visible la inestabilidad de lo precario, y habilitaban a los artistas a repensar sus prácticas y sus tradiciones desde sus propios contextos.
Hoy, con la exposición y reconstrucción de las piezas exhibidas entonces en Buenos Aires, se intenta revertir el vacío documental de aquella muestra, integrada por obras que delimitaron importantes procesos de renovación artística en Chile.
Carlos Leppe (Santiago de Chile, 1952-2015)
“Proyecto de demolición de la cordillera de Los Andes” fue la propuesta de Leppe para la exposición de 1985. De acuerdo con los registros fotográficos y testimoniales, la obra constaba de una serie de objetos que el artista comúnmente utilizaba en sus performances e instalaciones, como una escalera, componentes lumínicos, recipientes de porcelana con témperas de colores, tiza y yeso, entre otros.
En la instalación resaltaba el dibujo de un obelisco realizado en tiza blanca sobre una columna pintada de negro del edificio del CAYC. Su base estaba rodeada por ladrillos de construcción. Algunos elementos precarios, propios de la vida cotidiana de un albañil, completaban la propuesta. Más allá de la clásica postal porteña, en la versión de Leppe el obelisco aparece como una forma inestable, inacabada, dibujada con un material efímero como la tiza. Su fragilidad, en el contexto de la posdictadura en la Argentina y de plena dictadura en Chile, funciona como una reflexión irónica acerca de un símbolo de poder. Su relectura puede entenderse también como un gesto de desacato frente a la hegemonía fálica y vertical, un tanto fallida, en contraposición al bulto vendado con ramas y rosas, que alude a lo femenino y maternal, dañado o muerto.
Para esta exposición, se realizó la reconstrucción a escala 1:1 de la columna y la sección de ladrillo, mientras que, por medio de un sistema de proyección del registro original, se trazó el dibujo a tiza. El montaje incluye fotos de la instalación original de Facundo de Zuviría.
Eugenio Dittborn (Santiago de Chile, 1943)
“Las Pinturas aeropostales” fueron concebidas para ser enviadas por correo, y le permitieron a Dittborn movilizar internacionalmente su producción durante los
restrictivos tiempos de la dictadura. Estas piezas suelen exponerse mostrando de manera explícita los pliegues en el soporte, como marca de la operación de traslado, y con el sobre de correo en el que se desplazan.
Del grupo original que se exhibió en el CAYC, dos se incorporan aquí: “Diagonal” y “La Pietá”. Ambas fueron realizadas en papel de envolver, y corresponden a aeropostales plegadas cuatro veces para obtener una pieza dividida en dieciséis compartimentos regulares, sumamente marcados, con incrustación de plumas y sus respectivos sobres. La primera obra presenta imágenes de nativos americanos y australianos, así como un cántaro y una calavera con peluca. La segunda pieza expone la figura del boxeador cubano Benny “Kid” Paret, quien murió a raíz de los golpes recibidos de parte de Emile Griffith en la defensa del título mundial de 1962. El evento, que había sido televisado en Europa y América, fue plasmado por Dittborn en clara alusión a la figura bíblica de “La Piedad”, que, en el contexto dictatorial chileno, cobraba un nuevo significado. El artista trabaja, además, la relación medial de la fotografía, capturada en vivo y trasladada desde la pantalla de televisión al soporte de la obra.
Alfredo Jaar (Santiago de Chile, 1956)
La instalación “O Adeus” estaba compuesta por quince neones verdes montados en diagonal sobre tierra que apuntaban hacia las portadas de cinco revistas con imágenes de Raúl Alfonsín, primer mandatario electo democráticamente tras la última dictadura cívico militar argentina. En el muro frontal, además, el artista dispuso cinco portadas de periódicos brasileños con referencias al reciente funeral del presidente Tancredo Neves, quien falleció días antes de asumir el cargo, luego de un extenso período de gobiernos dictatoriales en Brasil.
“O Adeus” fue pensada como un saludo al advenimiento de la democracia en el continente y como una luz de esperanza para el resto de los países de la región. Para esta exposición, el artista realizó una nueva versión de la obra.
Gonzalo Díaz (Santiago de Chile, 1947)
Las seis grandes piezas que componen “El Kilómetro 104” fueron expuestas por primera vez en el CAYC. En esta obra, Díaz consignó un largo proceso de reformulación y experimentación que dio cuenta de su interés por transgredir los límites de la pintura a través del grabado. La serie aborda el vínculo entre imagen y texto, que resulta en una mixtura de relaciones léxico-visuales extraídas de la cultura popular y de manuales de cirugía, además de imágenes naturalistas y de biología, y de instrumentos de medición, entre otros recursos.
Los títulos de cada pieza operan como juegos de palabras: “El primer amore”, “El pinturichio primo”, “La masturbatio prima”, “La prima felatio”, “El primo baccio” y “La primera comunión” aluden a acciones primarias del ser humano, que en su transposición visual permiten una aproximación, por momentos irónica, a interacciones físicas, afectivas, sexuales, artísticas y religiosas.
Para la muestra organizada en Santiago durante 2020, el artista desarrolló una nueva versión utilizando las mismas técnicas, los elementos fotomecánicos originales y materiales equivalentes. La obra fue adquirida en 2021 por el Museo Nacional de Bellas Artes de Chile, y es la que se exhibe ahora en Buenos Aires.
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