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Arte cinético argentino en los años sesenta
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Del 14 de junio de 2012 al 19 de agosto de 2012
Pabellón de exhibiciones temporarias | Exposición "Eduardo Sívori. Artista moderno entre París y Buenos Aires".
Curador/a: María José Herrera
Con la exposición Real/Virtual el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) presenta por primera vez un panorama exhaustivo del arte cinético argentino. El conjunto reúne obras de la importante colección del MNBA, adquirida contemporáneamente al nacimiento del cinetismo, a la que se suman piezas de colecciones particulares y otras instituciones. Con la curaduría de María José Herrera, jefe del Área de Investigación del museo, esta muestra histórica, intenta acercar al público las obras más relevantes de la tendencia entre finales de los años 50 y principios de los 70.
En el contexto internacional, el arte cinético tomó impulso con la exposición Le Mouvement (El movimiento, 1955), propuesta por Víctor Vasarely a la Galería Denise René de París. Artistas de distintas nacionalidades que experimentaban con obras transformables, el movimiento real y virtual y la luz, marcaban el inicio de esta tendencia de proyección internacional en la que, inmediatamente después, se destacaron los argentinos en París con Julio Le Parc a la vanguardia. En la Argentina la tradición geométrica del Arte Concreto y Madí había cimentado la vía de experimentación con la luz y el movimiento.
Real/Virtual, muestra la importancia del arte cinético argentino contando tres instancias decisivas de su historia. La primera, también parte de la historia del museo, es el impacto que sobre el ambiente artístico local tuvo la exposición de Víctor Vasarely de 1958 en el MNBA. Fue durante la prolífica y moderna gestión de Jorge Romero Brest cuando los artistas de Buenos Aires conocieron esa geometría diferente que practicaba el artista húngaro-francés y decidieron experimentar con su metodología serial. Artistas como Julio Le Parc, García Rossi, Rogelio Polesello, Luis Tomasello, Jorge E. Lezama, Hugo de Marziani, Jorge Luna Ercilla y Juan Carlos Romero, con sus dibujos de vibrantes oposiciones de blancos y negros, forman un núcleo de obras que da cuenta de la extensa influencia de Vasarely.
La segunda instancia, caracterizada por las exploraciones óptico-cinéticas, tiene su anclaje en la creación del Groupe de Recherche d´Art Visuel, el GRAV (París, 1961), la consagración del arte cinético y su aporte argentino con la presencia de Julio Le Parc y Horacio García Rossi - ambos fundadores del grupo- y la histórica presentación, en 1964, de la exposición La inestabilidad, en e l Pabellón del MNBA. Las ideas del grupo acerca de la imagen contemporánea signada por la tecnología, la participación del espectador , la creación de los múltiples - obras seriadas de precios accesibles- , la introducción de las máquinas y el rol del artista en la sociedad, están presentes en obras y documentación audiovisual de la época.
El cinetismo en la Argentina de los años sesenta y su expansión y legitimación como tendencia en exposiciones, premios y salones, es la tercera instancia que reúne obras de artistas ópticos y cinéticos como Miguel Ángel Vidal y Eduardo Mac Entyre, creadores del Grupo de Arte Generativo (1960), Carlos Silva, Ary Brizzi, Luis Tomasello, Manuel Espinosa, Gyula Kosice y el Hidrocinetismo, Rogelio Polesello, Eduardo Rodríguez, Davite, Hugo Demarco, Armando Durante, Fioravanti Bangardini, Jacques Bedel, Perla Benveniste, Jorge Gamarra, Eduardo Giusiano y Jorge Schneider, entre otros, y de Gregorio Vardánega, Antonio Asís, Martha Boto, radicados en París desde mediados de los años 50.
Real/Virtual incluye una obra paradigmática del maestro francés del luminocinetismo, Nicolás Schöffer (1912-1992). La instalación, Lux 2 (Máquina de metal)- una de las obras presentadas en la VI Bienal de San Pablo de 1961- fue adquirida por el museo gracias a las gestiones de Romero Brest quien la consideraba una pieza invalorable para instalar los valores de modernidad en el museo. Ingresada unos años después bajo la dirección de Samuel Oliver, fue expuesta brevemente. Fuera de exhibición desde entonces, fue reacondicionada e incluye, por primera vez, la banda sonora que el pionero de la música concreta Pierre Henry realizara especialmente para la instalación. Los dibujos, croquis para su instalación y correspondencia entre Romero Brest y el artista se exhiben junto a la obra.
Un completo libro- catálogo acompaña la exposición con ensayos de Elena Oliveras, pionera en el estudio del arte cinético argentino (Motivaciones conceptuales del arte cinético argentino); Mariana Marchesi, (testimonios); Florencia Cherñajovsky (Nicolás Schöffer) y Cristina Rossi (Imágenes inestables: tránsitos Buenos Aires-París-Buenos Aires). Por su parte, el Área de investigación del museo (María Florencia Galesio, Patricia Viviana Corsani y Paola Melgarejo) trabajó la incidencia del arte cinético en las colecciones del MNBA (La formación del acervo del arte óptico y cinético en el MNBA. La gestión de Samuel Oliver), la entrada razonada de las piezas en su colección (Pablo De Monte, Lucía Acosta); y bibliografía y biografías de artistas. El libro incluye un texto curatorial a cargo de María José Herrera, una Cronología del período, la reproducción de todas las obras expuestas y una selección de manifiestos y documentos.
La producción de la exposición implicó un extenso trabajo de conservación y restauración de las obras así como la elaboración de un diseño museográfico especial acorde con la complejidad del tema.
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