
El beso, estudio
Rodin, René François Auguste. c. 1881-1882
Más Informaciónsobre la obra
Inventario 5999
Obra Exhibida
"Museo secreto. De la reserva a la sala" - Pabellón de exposiciones temporarias
Si bien Bastet trabajó de manera notable el género del retrato tanto en bustos como en medallas, lo que verdaderamente lo apasionó fue la representación de la figura femenina. En ésta encontró su fuente de inspiración y la posibilidad de mostrar diferentes estados del alma. A través de su obra, el escultor nos legó un verdadero catálogo sentimental donde supo albergar sentimientos de dolor, pasión, alegría, arrepentimiento o vergüenza, siempre materializados en los cuerpos femeninos. En La abandonada, busto femenino, la melancolía es el tema de representación. El artista concibió la escultura a partir de contornos sinuosos que se complementan y le otorgan a la imagen armonía formal, sin dejar de lado la minuciosidad de los detalles, como puede observarse en la medallita de la nena, en las hilachas de la pañoleta que cubre sus hombros, en sus cabellos algo greñudos o en la pequeña y única botonadura de su prenda. Un efecto sorprendente es el cambio en la expresión de la mirada de la niña, que puede experimentarse al recorrer la escultura de modo tal de obtener diferentes puntos de vista. Esta obra, premiada con la medalla de plata en el Salón de la Sociedad de Artistas Franceses de 1886, produjo un punto de inflexión en la vida de su autor, le otorgó la consagración como escultor de manera indiscutida y modificó su situación económica, permitiéndole gozar de una mejor posición. Accedió a tener su propio taller para esculpir con tranquilidad y además pudo comprar una cantidad de bloques de mármol. En Buenos Aires, los aficionados y amantes del arte tuvieron que esperar hasta 1888 para poder contemplar la obra, exhibida en la Exposición Francesa de ese año realizada en el Jardín Florida. La abandonada llamó la atención de Eduardo Schiaffino, primer director del MNBA, “por la fuerza del dibujo y el sentimiento de que está saturado”. Fue comprada en 1898 en la casa de remates Guerrico y Williams, en ocasión de la venta de la colección de Theo Grunnieres. En el catálogo de dicho remate, la obra figuraba con el título alusivo de Cendrillon (Cenicienta).
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